¡Nos hemos mudado!
Ahora podéis seguirnos en este blog de losviajesdeberta.com, donde seguiremos publicando sucesos y actividad del pueblo Saharaui.
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La responsabilidad de España
La historia del pueblo de Sanhaja Bereber, una población de sangre Árabe que habita el Sáhara Occidental, se retorna siglos atrás en el tiempo.
La región situada entre el cabo Bojador y el cabo Blanco fue reclamada por España en 1884, durante la Conferencia de Berlín(establecimiento de una factoría en la península de Dajla y dependencias en la bahía de Cintra y en Cabo Blanco a finales de 1884 por Emilio Bonelli). En 1885, comenzó la construcción de Villa Cisneros y el establecimiento de factorías en Río de Oro y Cabo Blanco. Los españoles siguieron su avance hacia el interior y el norte del cabo Bojador. Ante las fricciones con Francia, una serie de acuerdos en 1900 (Tratado de París), 1904 y 1920 delimitaron las áreas de influencia de ambos países, fijándose el límite norte del Sáhara Occidental en el paralelo 27º 40′ N. España dividió su posesión en dos distritos administrativos independientes, Río de Oro, al sur y Saguia el Hamra, al norte, que se unieron el año 1958 para formar la provincia española del Sáhara Español.
En 1949, Manuel Alía Medina, un geólogo español, descubre en Bucraa los yacimientos de fosfatos más grandes del mundo. Tras su independencia, Marruecos reclamó el territorio del Sáhara Occidental como parte de su «Gran Marruecos». En 1967, la ONUrecomendó la descolonización del territorio en tanto que poco después, Mauritania también se sumó a las reclamaciones territoriales marroquíes.
Entre tanto, comienza la agitación nacionalista en el Sáhara Occidental. En 1968 se crea la Organización Avanzada para la Liberación de Saguia el Hamra y Río de Oro bajo el liderazgo de Sidi Brahim Basiri. La represión de un brote nacionalista en El Aaiún, el 17 de junio de 1970concluye con algunos muertos, decenas de heridos y cientos de detenidos. Basiri es arrestado y nunca se volvió a saber de él. La hipótesis más
extendida es que una patrulla del ejército español lo sacó de la cárcel para asesinarlo y después enterrarlo en el interior del territorio. Poco después, el 10 de mayo de 1973, se crea el Frente Polisario (Frente Popular para la Liberación de Saguia el Hamra y Río de Oro), que comienza la lucha armada contra España. Su primera acción tiene lugar el 20 de mayo de ese año con 17 combatientes que tan sólo contaban con cinco armas. Los choques armados se sucederían durante los siguientes meses.
En 1974, España anuncia sus planes para conceder mayor autonomía a los saharauis y para celebrar un referéndum durante la primavera de1975. Marruecos se opuso al proyecto español, en tanto que la ONU forzó a España a suspender el referéndum y a acudir al Tribunal Internacional de Justicia de La Haya. En septiembre de 1975, se emitió el dictamen que, sin embargo, no clarificó qué debía hacerse (condena las pretensiones de Mauritania y Marruecos sobre el Sáhara Occidental pero tampoco reconoce el derecho a la autodeterminación de la zona).
La situación se fue deteriorando hasta que el rey Hassán II de Marruecos organizó la llamada Marcha Verde (16 de octubre de 1975). Mientras tanto, la administración española organiza la Operación Golondrina, una operación para evacuar a los españoles del territorio. Se llevarían hasta los cadáveres de los cementerios. El 2 de noviembre de 1975, el actual rey de España, Juan Carlos I, entonces jefe de Estado en funciones, visita a las tropas españolas desplegadas en el Sáhara Español, asegurándoles todo el apoyo del gobierno en su defensa del territorio y del pueblo saharaui. Cuatro días más tarde, el 6 de noviembre de 1975, unos 300.000 marroquíes desarmados concentrados en la ciudad marroquí de Tarfaya, cerca de la frontera, se internan en el Sáhara Occidental. Las tropas españolas abandonan el Sahara en una de las más vergonzosas retiradas militares que recuerda la historia.
Los Campamentos de Refugiados
Los saharauis se han beneficiado del fuerte apoyo de Argelia que, junto a la localidad fronteriaza de Tinduf, ha permitido instalar seis campamentos bien organizados – Ausserd, Dajla, 27 de Febrero, El Aaiún, Rabuni, y Smara – habitados por gente bien organizada. Los campamentos están dirigidos en su totalidad por el gobierno de la RASD, el Frente Polisario y una serie de organizaciones saharauis de la sociedad civil. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados [ACNUR] y el Programa Mundial de Alimentos [PMA] ofrecen tiendas de campaña – las cuales la mayoría de los saharauis asientan junto a sus casas más permanentes de ladrillos de arena – y comida, pero tienen poca presencia en los campamentos.
Al llegar a los campamentos, los visitantes extranjeros se sorprenden al encontrar taxis, autobuses, televisión por satélite, reproductores de DVD, peluquerías, tiendas de comestibles, gasolineras, cibercafés, hospitales, clínicas, escuelas, centros de cuidado de niños, granjas, jardines y canales locales de la radio y la televisión. Algunos sostienen que la vida en los campamentos se está normalizando demasiado – creando así la apariencia de aceptabilidad por el status quo – y que los saharauis están perdiendo poco a poco su identidad única y arriesgan la asimilación con los anfitriones Argelinos.
Desde 1975, cuando los primeros refugiados saharauis cruzaron hacia Argelia, el Polisario y la RASD han modernizado y desarrollado los campamentos con dos objetivos en mente. En primer lugar, un grado de habitabilidad es necesario para sostener el movimiento de independencia en las condiciones tan inhóspitas del desierto del Sahara, donde las temperaturas de verano alcanzan los 50° C. En segundo lugar, los Saharauis han desarrollado y administrado los campos hasta el punto de demostrar que están listos para la soberanía – una práctica de gestión para la independencia.
Para fines administrativos, cada campamento [llamado wilaya en Hassaniya] se divide en cinco o seis regiones [o dairas] las cuales entonces son divididas en barrios. Estas divisiones se utilizan para los procesos electorales y de salud, poqrue la alimentación y las vacunas son distribuidas
a nivel local por los mismos saharauis. Cada daira tiene por lo menos una escuela primaria. Debido a la primacía otorgada a la educación de los dirigentes del Polisario, incluso antes de que las casas fueran construidas en los campamentos, los profesores saharauis crearon «aulas» al aire libre para asegurar que los niños estaban bien educados. Hoy en día, la escuela primaria es obligatoria para todos los niños refugiados.
Las mujeres desempeñan un papel muy importante en la administración de los campamentos de refugiados. Por necesidad –porque los hombres estaban en combate en el ejército saharaui– las mujeres fueron los primeros directores de los campamentos y mantienen sus posiciones importantes en la actualidad. Los saharauis dicen con orgullo que son un ejemplo en el mundo árabe de una población que realmente promueve la igualdad de la mujer.
Sin embargo, los campamentos sí tienen sus problemas. La situación de «ni guerra ni paz» ha incrementado la frustración entre la población de refugiados. Esta frustración, combinada con el flujo de nuevos productos y el nacimiento de una economía independiente en los campos, ha incrementado la actividad ilegal.
Por último, los riesgos de salud creados por las condiciones adversas disminuyen la calidad de vida de los refugiados saharauis. Debido la intensa campaña por parte del Ministerio de Salud saharaui para monitorear la salud de los seres humanos y animales en los campamentos, los refugiados han sobrevivido durante 35 años en el exilio sin que se propage una seria pandemia. Sin embargo, la malnutrición, la diarrea y la presión arterial alta son predominates en los campamentos, y las sequías son frecuentes. En el invierno, aisladas tormentas destruyen las casas y amenazan con destruir campamentos enteros. En verano, el calor y el sol son tan intensos que muchos niños se encuentran temporalmente «adoptados» por familias en España y otros países europeos a pasar la temporada en el extranjero. Mientras que los saharauis son un pueblo fuerte, y han demostrado su capacidad para soportar grandes privaciones, el status quo no es sostenible indefinidamen.
El Conflicto del Sahara Occidental
La mitad del pueblo saharaui vive desde hace décadas en campos de refugiados construidos en mitad del desierto.
La otra mitad de los saharauis siguen en su territorio original pero viven bajo la ocupación marroquí. La ONU considera el Sahara Occidental como el mayor territorio del planeta que todavía no ha sido descolonizado.
El conflicto saharaui comenzó como una lucha contra la colonia española
El Sahara Occidental era una colonia española. A principios de los años 70, siguiendo la ola de descolonización en el resto del continente, los saharauis comienzan a levantarse frente a la ocupación española. En 1974, España promete a los saharauis un referendum de autodeterminación.
España traiciona a los saharauis y Marruecos inicia la ocupación.
El 14 de noviembre de 1975, Marruecos y Mauritania firman con España un acuerdo que nunca sería publicado en el Boletín Oficial del Estado. España se compromete a retirarse del Sahara Occidental y ese territorio sería divido entre Marruecos y Mauritania. Los saharauis denuncian el acuerdo: rompe las promesas que España les había hecho, viola una resolución del Tribunal Penal Internacional y los entrega a dos nuevos poderes coloniales. Pocas semanas después, las tropas españolas comienzan a retirarse. Marruecos y Mauritania lanzan sus ejércitos a la conquista del Sahara Occidental frente a la oposición de sus habitantes.
Bombardeos marroquíes y huída de los saharauis a los campos de refugiados.
Las fuerzas aéreas marroquies bombardean pueblos saharauis, utilizando en algunas ocasiones napalm y fósforo blanco. Decenas de miles de saharauis huyen hacia Argelia, donde se construyen campos de refugiados en mitad del desierto. (Hoy, más de 35 años después, los saharauis siguen allí.)
Guerra entre Marruecos y el Frente Polisario
El Frente Polisario plantea una guerra de guerrillas frente al potente ejercito marroquí que recibe el apoyo de Francia y Estados Unidos. Mauritania acepta su derrota ante el Polisario en 1979 y reconoce la soberanía del pueblo saharaui sobre el Sahara Occidental. Los
combates entre Marruecos y el Frente Polisario se extienden durante 16 años.
Plan de paz de la ONU
Marruecos y el Frente Polisario firman en 1991 el alto el fuego bajo auspicios de la ONU. Al final de la guerra, Marruecos controla un 80% del territorio del Sahara Occidental. Esto incluye la casi totalidad de las zonas pobladas, los depósitos de fosfatos y los ricos caladeros pesqueros. El 20% restante del Sahara Occidental, controlado por el Frente Polisario, es un terreno inóspito del desierto interior. Además, Marruecos construyó una barrera, «el muro de la vergüenza», de más de 2.200 kilómetros que separa ambos territorios. A lo largo de ese muro se encuentra uno de los campo de minas más grandes del mundo. El plan de paz firmado por ambas partes estipula la creación de un censo para celebrar un referendum en el que los saharauis puedan elegir entre la integración en Marruecos o la independencia.
El referendum que nunca se lleva a cabo
La ONU tenía previsto realizar el censo en unas pocas semanas, pero debido a las continuas trabas impuestas por Marruecos, el censo tardó más de 8 años completarse. Y cuando la ONU lo publicó en el año 2000, Marruecos se negó a aceptarlo. Además, desde la firma del alto el fuego en 1991, Marruecos incentiva a muchos de sus ciudadanos a mudarse al Sahara Occidental, incrementado así su opciones de éxito en una posible votación. Hoy, más de 20 años después, el referendum todavía no se ha celebrado. Ningún país del mundo reconoce el Sahara Ocidental como parte de Marruecos. Pero los intereses de sus aliados, hacen que Marruecos no sienta ninguna urgencia por encontrar una solución.
¿Cuál es la situación de los saharauis hoy?
Unos 150.000 viven en la parte del Sahara Occidental bajo ocupación marroquí. Cientos de activistas pro-saharauis han sido detenidos y torturados por las autoridades de Marruecos. Unos 30.000 viven en la parte del Sahara Occidental controlada por el Polisario. Y otros 120.000 viven en los campos de refugiados construidos en el desierto de Argelia. Los refugiados dependen de la ayuda humanitaria internacional que se ha desplomado durante la crisis económica. El Programa Mundial de Alimentos estima que dos tercios de las mujeres sufren anemia. Además, la barrera construida por Marruecos hace que miles de familias sigan separadas después de décadas.